Por Benito Sacaluga José Giral Pereira, ministro de Marina, fue probablemente el único miembro del Gobierno que tomó medidas efectivas para tratar de neutralizar la insurrección que se avecinaba. Enterado Giral de que algo se tramaba también en Cartagena, envió al teniente de navío Pedro Prado para averiguar el alcance de la conspiración. Prado se reúne con el teniente de navío Vicente Ramírez y con otros auxiliares de la Armada en Cartagena. El resultado es la destitución el día 14 de julio de Marcelino Galán como comandante del destructor “Almirante Ferrándiz”; de Francisco Pemartín como jefe de Estado Mayor de las flotillas de destructores; de Francisco Javier Chereguini como comandante del submarino B-5; de Manuel Álvarez como comandante del submarino C-6; del capitán de Artillería Manuel Bruquetas, y, finalmente, del capitán de Ingenieros José de la Figuera. Para impedir el traslado de tropas sublevadas a la Península, se ordena el día 15 la salida hacia aguas del Estrecho
Memoria de un republicano