Durante la guerra civil española el Metro de Madrid permaneció abierto, y sirvió regularmente como refugio durante los bombardeos. Además, pocas semanas después del comienzo de la guerra civil española, el 9 de agosto de 1936 se inauguró el primer tramo de la línea 3 entre Sol y Embajadores, pero cinco días después la circulación del Ramal Opera-Norte se cerraría debido a que el área de la Estación del Norte estaba prácticamente ocupada por la guerra, por lo que allí no había ya casi pasajeros. En los tres años siguientes, las tropas de Franco asediaron la ciudad de Madrid y el funcionamiento del metro volvió a ponerse en marcha casi sin problemas. Durante los combates, los vagones transportaban tanto ataúdes como cadáveres hacia los cementerios situados al este. A su vez, la pequeña línea Goya–Diego de León fue cerrada y utilizada como arsenal. La estación de Metro Sevilla de Madrid, como refugio durante la Guerra Civil Después de la toma de Madrid el 28 de marzo de 1939 por parte de
Memoria de un republicano