Aunque en sus orígenes pudiera tener una labor humanitaria, cuyo objetivo era proporcionar apoyo y asistencia a católicos que estuvieran necesitados o perseguidos por causa de sus ideas, la organización Socorro Blanco constituyó un grupo de espionaje y guerrilla organizada a favor del ejército sublevado. Antonio Bermejo, jefe de la organización, dio cuenta de sus actividades y pretensiones: El número de familias socorridas llegó a ser de 100 aproximadamente. La cantidad más elevada se repartió en el mes de mayo de 1938 que alcanzó la cifra de 23.500 pesetas, existiendo en la caja en esa misma fecha una reserva de 10.000 pesetas. La cantidad total repartida queda calculada en 400.000 pesetas aproximadamente. La organización no utilizó jamás los ofrecimientos de grandes cantidades procedentes de cajas rojas (ofrecidas por camaradas que intervenían en las mismas) por estimar que la labor debía ser de muchos hombres y pequeñas cantidades y no a la inversa. La comodidad en la acción nos h
Memoria de un republicano