Actuaba a escondidas del gobierno una «justicia popular» ciega y cargada de odio, obedeciendo a resentimientos de clase o a los partidos en lugar de defender la República. La revolución española vista por una republicana, Clara Campoamor
El denominado Tribunal Popular de Cartagena fue creado en 1936 y estuvo funcionando hasta finalizar la contienda en 1939. De las 596 personas detenidas por motivos políticos en Cartagena, el Tribunal Popular de la ciudad juzgó a un total de 434, siendo el resto de detenidos liberados o represaliados extrajudicialmente, como en el caso de Ángel Rojas Veiga.
Si bien en un primer momento, en 1936, (resaltan Bermejo, Ayuso y Marcos) los detenidos y juzgados fueron militares y representantes de los partidos conservadores-derechistas, a partir de 1937 y en 1938 estas actuaciones se extendieron sobre miembros de organizaciones izquierdistas y sectores económicamente modestos, opuestos a la política frentepopulista comarcal, creciendo significativamente los procesados de la UGT, de la CNT y del mismo PCE.
De los 190 acusados por rebelión sólo 22 fueron condenados y de los 175 por desafección sólo 50; pero muchos de los casos sobreseídos fueron juzgados nuevamente por las milicias políticas y sindicales (dentro y fuera de los cuerpos militares)