Por diferentes obras conocemos la amistad y la correspondencia de Ángel Rojas Veiga con el doctor Manuel Más Gilabert, médico, alcalde de Cartagena en los primeros años de la década de los 10, presidente de la Universidad Popular de Cartagena, de la que Antonio Oliver Belmás era vicepresidente y Carmen Conde, secretaria. En una de las cartas, Ángel Rojas Veiga comunica a Antonio Oliver la reorganización del Comité Directivo de la Biblioteca Popular de Cabo de Palos de acuerdo con las indicaciones del Consejo Directivo de la Universidad Popular, aumentando dos miembros. Quedaría constituido por: Presidente, Don Angel Rojas; Directora, Carmen García; Consejero, Don Antonio Gil, y como nuevos Consejeros, Don Joaquín Más Aracil (Maestro Nacional) y Francisco García (Torrero). Ángel Rojas Veiga solicita a Antonio Oliver la aprobación o reparos de la Universidad Popular. La carta de Ángel Rojas Veiga a Manuel Más Gilabert está fechada el 24 de noviembre de 1935.
En otra carta, fechada el 22 de enero de 1936, en la que añade la recibida a su vez días atrás de parte del Jefe de Sección Técnica de Telmar sobre el suministro de un equipo reproductor de sonido destinado a conferencias de las Misiones Pedagógicas, explica a Más Gilabert sus gestiones para conseguir una instalación de amplificación de sonido para utilizarlo en las conferencias de las Misiones Pedagógicas, según las indicaciones de Antonio Oliver.
En otra misiva, fechada el 6 de junio de 1936, Ángel Rojas Veiga envía a Manuel Más un esquema de la estación de la Compañía Ibérica de Telecomunicación. Dice que tal y como le sugirió Antonio Oliver, se dirige al Presidente de la Universidad Popular para que le informe si la estación radioeléctrica de la Compañía Ibérica de Telecomunicación, procedente de la instalación que funcionó en el Gran Hotel de Cartagena, es del tipo A-MR, cuyo esquema adjunta. Debe saber si el Comité Directivo de la Universidad Popular desea que el alcance de la estación deseada sea tal que pueda oírse por toda España o si también en el extranjero. Por último, le ruega la devolución del esquema.
Cuando España se gobierne por sí misma y sea la soberanía del pueblo la única fuente del poder, habrá una ley que dirá así: "Artículo 1.º Ninguna población, sea el que fuese el número de sus habitantes, podrá constituir Municipio si no tiene las escuelas que a aquel le correspondan y montadas éstas con arreglo a los adelantos de la ciencia".
Si hoy existiese tal ley, lo que Cartagena ha iniciado valientemente, en medio de la postración en que España ha venido a caer, le daría el derecho a ser el único Municipio español...
Manuel Más Gilabert
1932 fue el gran año de la expansión de la cultura y el pensamiento republicanos: con la consolidación de la República llegó la renovación de la cultura y la estética. En febrero, Manuel Más Gilabert publicó su artículo periodístico “Nuestro pensar y sentir como Republicanos” y en abril, publicó en el diario República su manifiesto “En pro de la República”.
En el diario El Porvenir del día 24 de julio de 1931 el doctor Manuel Más Gilabert, subdelegado de Medicina, ex alcalde de la ciudad, fijaba en otro artículo la posición de los intelectuales en relación con la Universidad Popular. He aquí algunas de sus palabras:
Los que verdaderamente sentimos afecto por los obreros; los que vemos con simpatía las justas reivindicaciones; los que de buena fe intentamos penetrar en los problemas societarios; los que como obreros intelectuales gastamos, rápidamente nuestra vida con esfuerzo de energías que no aconsejamos a nuestros enemigos; los que aspiramos a que el obrero se ilustre para que pueda por sí enjuiciar en momentos transcendentales para su mejoramiento y el de los suyos; los que anhelamos la difusión de la cultura al alcance de todo obrero, cualquiera que sea su preparación anterior y sus medios económicos, labor que puede en gran parte realizar la Universidad Popular proyectada y que cuenta con nuestra devoción, los que aspiramos a hacer luz, no debemos ocultar nada de lo que debe decirse...
Manuel Más Gilabert. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de San Carlos, fue alumno interno en el servicio de cirugía del Dr. Rivera y Sanz; licenciado en 1901 realizó su doctorado y marchó a París para ampliar estudios al Hospital Necker donde el Dr. Albarrán le instruyó en la práctica de las exploraciones endoscópicas con el cateterismo ureteral, en la valoración de la función renal por medio de la obtención de la orina de cada uréter por separado y en la cirugía del aparato urinario, principalmente la litotricia vesical y la talla por vía hipogástrica y vaginal.
En 1902 se estableció en Cartagena, población en la que ejerció toda su carrera profesional como cirujano y urólogo, y en la que llevó a cabo una intensa actividad médica y social. Desempeñó varios cargos en la administración local y fue delegado sanitario permanente del Ministerio de Gobernación de Cartagena y su comarca en la epidemia de tifus exantemático de 1919; subdelegado de Medicina en las décadas de 1920 y 1930; inspector secretario de la Junta Municipal de Sanidad; director del Dispensario Oficial de la Lucha Antivenérea; fundó la primera «Gota de Leche y Consultorio de Niños de la casa de Expósitos y Casa Cuna del Niño Jesús» de Cartagena, ciudad en la que colaboró para lograr la creación de las primeras Escuelas Graduadas de España en 1900, tras lo que obtuvo el título de Maestro Nacional, del que se mostró muy orgulloso durante toda su vida. Fue Alcalde de Cartagena en la década de 1910.
Miembro numerario de la Academia Médico Quirúrgica Española y corresponsal de la Real de Medicina y Cirugía de Murcia, nombrado en junio de 1917, en la que leyó un trabajo sobre «Tratamiento de la tuberculosis» en 1933; socio fundador de la Sociedad Española de Radiología y Electrología Médica, radicada en Madrid. Fue galardonado con la Orden Civil de Sanidad. La población de Cartagena le honró dándole su nombre a una calle, «Alcalde Más Gilabert».
PUBLICACIONES:
«Cuerpo extraño en la uretra de una mujer histérica», Revista de Medicina y Cirugía Prácticas, Madrid, septiembre de 1902; LVI (759): 321-325.
FUENTES:
«Un triunfo de la Medicina». El Eco de Cartagena, 17 de marzo de 1905.
Diario de la mañana, Cartagena 6 y 14 de junio de 1910.
Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia. Catálogo documental del siglo XIX, pp. 367. 2006, Murcia.
Pérez Albacete, Mariano: Bol. Asoc. Murc. Uro. 2008; XIII (15): 53-54.
Diccionario Biográfico y Bibliográfico de la Ciencia y la Medicina en la región de Murcia. Universidad de Murcia, ISBN: 978-84-16551-63-7 (Vol. I). Editum, Murcia, 2016.
Mariano Pérez Albacete, 2014
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