El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia da la razón a Correos y anula la declaración de BIC realizada por Cultura, argumentando que las edificaciones de mayor interés cultural ya han sido destruidas y lo que queda carece de valor en sí mismo
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El Mercurio Digital.-La Sociedad Estatal Correos y Telégrafos SA ha logrado un nuevo paso adelante en su intención de demoler el edificio completo de la antigua estación radiotelegráfica de Cabo de Palos con objeto de venderlo para el negocio urbanístico, contribuyendo a la masificación de la zona. El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia ha dictado sentencia favorable a los intereses de Correos y contraria a la Consejería de Cultura, al Ayuntamiento ce Cartagena y a Comunidad de Propietarios Cala Ronda Fase VII de Cabo de Palos, anulando la declaración de BIC: "Estimar el recurso contencioso administrativo interpuesto por Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A. contra la Orden de la Consejería de Educación y Cultura de 10 de febrero de 2021, por la que se desestima el recurso de alzada interpuesto contra resolución de la Dirección General de Bienes Culturales de 30 de octubre de 2019, y, en consecuencia, anulamos dichos actos por no ser conformes a derecho".
El fallo del TSJ, de fecha 9 de febrero de 2024, tiene en cuenta el informe de Correos sobre el estado actual de las edificaciones argumentado que los elementos que quedan de la construcción carecen por sí solos de ningún interés cultural: “...el único valor real del conjunto edificado es de índole histórico al haber formado parte de una pionera estación de radiotelegrafía. Los elementos que aún se conservan son meros contenedores vacíos que desprovistos de su razón de ser como apoyo a la antena y a los equipos de radiotelegrafía, no presentan ningún valor reseñable. Ni siquiera pueden considerarse elementos singulares de la arquitectura industrial de la región ya que al haber sido reformados con posterioridad a su función original como base de radiotelegrafía están desvirtuados y no dan testimonio alguno de la actividad industrial y tecnológica original. En el caso concreto del aljibe, que ha quedado protegido provisionalmente, ni siquiera tiene valor histórico. Es un elemento reciente, habitual en toda la cuenca mediterránea y sin relación alguna con el uso tecnológico industrial original del conjunto de edificaciones. Sin embargo, el valor histórico del entorno como un hito de la industrialización de la comarca es indiscutible pero la conservación de lo existente ni garantiza ni posibilita siquiera su disfrute por parte de las futuras generaciones. El valor simbólico de una tecnología pionera en su momento como es esta, ni está presente en la parcela ni lo estará manteniendo lo existente".
La Sociedad Estatal Correos y Telégrafos SA tramitó en mayo de 2022 un concurso para adjudicar el proyecto y dirección de obra de la demolición de las edificaciones no protegidas de la antigua Estación Radiotelegráfica de Cabo de Palos. Se trataba de cinco naves pequeñas anexas al edificio central y a la sala de máquinas, declaradas, junto a un aljibe, como Bien Inventariado Protegido.
Mediante la utilización de maquinaria pesada se produjo un golpe a la portada causando "daños en forma de grietas y ocasionando un desplome evidente a la portada protegida", según denuncia el arquitecto José María Villanueva en su instancia al Ayuntamiento de Cartagena, en la que pedía la suspensión de las obras, al estar éstas afectando a elementos protegidos a partir de la resolución de la Dirección General de Bienes Culturales.
Concesión de demolición
El Ayuntamiento de Cartagena había concedido a Correos una licencia de demolición de las viviendas pequeñas anexas al edificio principal de la inicialmente denominada Estación Radiotelegráfica de Cabo de Palos, luego oficina de Correos. Este edificio fue declarado en 2019 bien cultural inventariado protegido. La propia Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos SA, que presentó alegaciones contra la declaración de BIC -alegaciones que fueron inicialmnete rechazadas pero volvieron ser recurridas-, reconoció en su momento que, lejos de preservar este patrimonio cultural, permitió su deterioro y expolio. Según el arquitecto José María Villanueva, la intención de Correos es demoler el edificio completo con objeto de venderlo para el negocio urbanístico, contribuyendo a la masificación. La edificación está compuesta por una nave central principal, una nave destinada a sla de máquinas y un aljibe, todos ellos protegidos, más varias naves pequeñas que carecen de protección y son las que están siendo demolidas. "Nos tememos que al mismo tiempo que tiren unas, tiren las otras", señalaba el arquitecto una vez que se tuvo noticias de la concesión. Nave principalEl recinto de Correos consta de siete construcciones independientes de planta rectangular y tamaño muy variado distribuidas de forma muy irregular. Son sencillas naves cubiertas a dos aguas. Cinco de ellas presentan rasgos constructivos similares y presentan un hastial comocumbrera. Las dos más antiguas datan de 1913. Son las llamadas nave principal y casa de máquinas. Presentan tejados a dos aguas con los alzados cortos resueltos como frontones escalonados y teja árabe tradicional. Ambas se encuentran protegidas.Casa de máquinas