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La fosa que fue trinchera y chiquero, pero ya es memoria

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica recupera de una fosa común en Grau, Asturias, los restos de 37 fusilados en una antigua granja de cerdos

eldiario.es / Adrián Álvarez Cueto / 29/03/2022

El trabajo empezó hace tiempo, pero durante meses estuvo suspendido porque las instalaciones de una vieja granja impedían reabrir la brecha zigzagueante que los republicanos cavaron rodeando el río Cubia. Esa trinchera en El Rellán, en el concejo asturiano de Grau, serviría más tarde de fosa para enterrar a los represaliados. El alcalde, José Luis Trabanco (IU), llevaba en su programa la exhumación de la fosa, y el pueblo estaba volcado con ella: decenas de familias esperaban encontrar allí a sus padres, tíos o abuelos, fusilados en 1937. Los voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) han exhumado los restos de casi 40 personas, pero creen que puede haber más.


Volver a la trinchera


Primero fue una línea de defensa, una cicatriz dibujada a fuerza de palas republicanas en un territorio herido. Un refugio para la batalla al que finalmente las balas llegaron más tarde, pero a quemarropa.


Inventariar la tragedia


Las balas se desentierran ocho décadas después de la trinchera devenida fosa común para comodidad de los verdugos. Se cataloga cada hueso, cada proyectil que, ya sin cuerpos, busca ser parte de la tierra.


Los que están, los que faltan


Entre la exhumación de 2021 y esta, los voluntarios de la ARMH han rescatado 37 cuerpos. Puede haber más, han visto restos hacia el interior de la trinchera, pero no hay tiempo para excavar más, al menos por ahora.


Objetos y fantasmas


Peinarse, mirar la hora, acariciar un anillo… Gestos que nos devuelven a los desaparecidos que se esfumaron con sus cosas, con las que llevaban ese día y que quizá ayuden a identificarlos.


Tesoros de los muertos


Por ejemplo, este mechero y la hebilla hallados en la fosa. El mechero se fabricó de manera casera con el casquillo de un rifle Mauser. La hebilla estaba hecha de plata con filigrana de oro y las letras RM grabadas.


Reconstruir lo olvidado para fraguar el ayer y el mañana


La tablet escanea una parte de la fosa para crear un modelo tridimensional. Lo enterrado en 1937 se digitaliza para escudriñarlo, para estudiarlo. El pasado es rescatado para ser memoria y para ser futuro.


Las certezas por venir


Ahora llegará el tiempo de los forenses, de hacer análisis de ADN para saber si esos que salen de El Rellán son los mismos a quienes buscan los familiares que aguardan al borde de la fosa conteniendo las lágrimas.


El homenaje


Sean los suyos o no, son decenas los que se acercan a la fosa para honrar a las víctimas, para agradecer también a los voluntarios de la ARMH que llevan días dejándose la espalda y las rodillas para hurgar en el barro.


Una espera demasiado larga