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La radicalización de las derechas en 1936

Por Antonio Gálvez Cartagena*

El advenimiento de la República el 14 de abril de 1931, desorientó y fraccionó a las organizaciones derechistas españolas, teniendo que cambiar su forma de actuar políticamente aquellos sectores que no reconocían al nuevo régimen, la mayoría de estas organizaciones y partidos optaron por la
radicalización, coincidiendo en sus líneas de actuación con una gran parte de grupos conservadores europeos. El rechazo a la democracia liberal-parlamentaria, a la que se acusaba de todos los males que acuciaban a Europa, especialmente desde la I Guerra Mundial, hizo que aparecieran en el panorama político tendencias conservadoras radicales o autoritarias. Con la II República se produjo
en España la incorporación a la vida política nacional de amplias masas populares, lo que provocó una movilización política e ideológica de las elites conservadoras contra la democracia republicana, para ello tuvieron que crear y articular organizaciones, con un marco y repertorio político que fuera asumible por un amplio sector de la población. Casi desde el mismo momento en el que se proclamó la II República estas organizaciones conspiraron de una u otra manera contra ella, durante el primer bienio progresista, ante la parálisis y desorientación de los monárquicos, podríamos decir que la oposición estuvo dirigida por la derecha eclesiástica, sobre todo durante el periodo en el que se discutía la Constitución republicana, y más concretamente contra los artículos en los que se regulaba la cuestión religiosa. Esta agitación religiosa estuvo precedida por los sucesos del 10 y 11 de mayo, durante los que se produjo el intento de asalto del periódico monárquico ABC y la quema de iglesias y conventos en varias ciudades. En este periodo se crea Acción Española, en torno a la cual se gestaron los primeros proyectos de involución política por medio de un golpe de estado, es el momento en el que los carlistas comienzan a reorganizarse, y se produce el nacimiento de las primeras organizaciones fascistas. Tras el fracaso de la sanjurjada los conservadores monárquicos terminaron de desintegrarse, tomando fuerza las tesis accidentalistas o posibilistas. La imbricación de las derechas en torno al accidentalismo les llevo al triunfo en las elecciones de noviembre de 1933, la
violencia política de las elites conservadoras se concentró durante el bienio radical-cedista en
intentar desmontar las reformas emprendidas en el bienio anterior y en la acción política contra las organizaciones, partidos y sindicatos de izquierda, especialmente en la represión de la Revolución de Octubre de 1934. La CEDA no consiguió sus objetivos, terminando en fracaso su tentativa legalista, llevando a un mayor radicalismo a gran parte de los conservadores españoles, abandonando definitivamente las vías democráticas para alcanzar el poder. En febrero de 1936 triunfó en las elecciones el Frente Popular, comenzando el periodo más violento de la corta vida de la II República,
en este trabajo intentare analizar la culminación de la radicalización de la derecha española ante la supuesta amenaza de una revolución comunista, y los diferentes planes insurreccionales de las organizaciones derechistas

*Antonio Gálvez Cartagena
Licenciado en Geografía e Historia por la UNED


RadicalizacionDeLasDerechasEn1936.pdf